VOLANDO A MEDIA ALTURA
Aclaro, que no son perritos calientes, por si alguien asocia el título, a la ingesta de salchichas por parte de un yanqui pobre. Esta mañana, trece y martes, por romper el maleficio, ni me casé ni me embarqué, simplemente hice algo inhabitual. A las 10AM, hora en la que se supone debería estar trabajando, como el resto de los ciudadanos que lo intentan, me senté en una de las mesas del mentidero de El Puerto de Santa María, en El Cafetín de la Placilla; el solícito camarero, al segundo, estaba ante mí dispuesto a recoger la comanda. No había muchos veladores ocupados; de ahí la rapidez en servirme un café con leche y churros recién hechos. Sonaban las 10 horas; puntual, según me informo, como todos los días, llega a su puesto de trabajo el indigente de los perritos. De la mano, una cuerda que al final se convierte en dos bridas a las que lleva sujetos sendos perritos, humildes, pobres como él, no pertenecen a ninguna raza conocida; tienen escaso tamaño; ojos de listos. Obedecen a su amo simplemente observado sus gestos. De inmediato, los perritos, tratan de encontrar la mejor postura, a lo largo del escalón del escaparate de una tienda; mientras él, deja sobre el suelo, un mugriento zurrón, medio saquito de pienso y una especie de plato, que ha confeccionado sobre la marcha, con un trozo de papel de estaño. Con rutinaria precisión, introduce su mano en el bolsillo, extrae dos o tres monedas y las sitúa en el interior del recipiente que ha fabricado. Mira a sus perritos y les ordena que les dejen espacio para él. Se resisten unos segundos, pues ya había logrado su mejor acomodo. Levanta un poco la voz, y logra que se separen dejando justo el espacio para que él se siente.
Poca gente circula a esa hora; raro, porque es la justa para ir al mercado; desconozco si es a causa de la crisis o del sueño, pues ahora las marías, a falta de otras distracciones, apuran las noches viendo el circo en el que despellejan entre sí, los comentaristas-copresentadores-indagadores de vergüenzas ajenas y propias de la más… más… y más… y menos…menos… y menos… de las televisiones que padecemos.
El indigente, con su barba “cuidadosamente” descuidada de seis o siete días, pues siempre se le ve igual, con una sonrisa franca, y un poder de comunicación con la que sabe captar la simpatía, y casi siempre, la conmiseración de las gentes, le hace una carantoña al niño que su mamá transporta en el cochecito, al tiempo que levanta la vista hacia la madre, y le dice: ¡Vaya niño guapo, se parece a su madre! Y tenemos la madre abriendo el bolso y dejándole una moneda. Los sábados por la mañana, no permanece sentado en el escalón, tiene mucho trabajo con el ir y venir de las mamás.
No es ambicioso; debe tener su tope de necesidad y no quiere más. Saca para su tabaco y probablemente para comer; dormir no sé donde lo hará, pero seguro que su simpatía le habrá logrado un refugio.
Esta mañana como digo, no había mucha gente; se quedó sentado en el escalón y mirándome, levantó el saquito de pienso añadiendo: ¡Este es del caro! ¡No es del corriente! Yo le respondo ¡qué bien viven los perros! ¡No lo sabe Vd. bien, en la carnicería me dan los recortes de jamón y se lo mezclo con el pienso! ¡Viven como reyes! Así están de dóciles sus perros, y de lustrosos, y de obedientes… ¿y él? Sin duda, es más feliz que el común de los vecinos que cruzamos la Placilla, ensimismados en cómo resolver los grandes problemas con los que nos levantamos a diario. Así tiene siempre esa sonrisa, y sus perros, que no sonríen, siempre están moviendo la cola de alegría.
13 y martes de septiembre de 2011
Hola Alberto me alegro de que hayas activado tu blog pues así podré volver a leer tus entretenidos e interesantes relatos.
ResponderEliminarBienvenido . Un abrazo
Una amiga de ambos me ha chivado que has reactivado tu blog, me parece fantastico,siempre es un gusto leer tus escritos y relatos.
ResponderEliminarHe cambiado de dirección, ahora tengo dominio propio, si quieres visitarme me puedes encontrar en http://www.cajonsecreto.es
tenerte de nuevo entre mis seguidores y amigos sería todo un honor.
Un abrazo
Gracias Chelo por tu ayuda, a ver si me hago con eol sistema. Abrazos
ResponderEliminarHola Nerim, ¡qué alegría verte por aquí!, ahora voy a intentar incluir en mi blog los vuestros para poderos visitar y ver como puedo gestionar las alertas de publivación vuestras y mías. Tendréis que echarme una manita. Abrazos
ResponderEliminarEstimado Alberto ya tenía ganas de ver de nuevo tu blog funcionando, y como veo con un buen tema, que leído puede parecer como si pintaras un cuadro de tu ciudad, que como cualquier otra alberga este tipo de personajes. Parece ciertamente un cuadro que retrata a un pícaro, pero no para mí esto no es picaresca esto es otra cosa, la picaresca es para mí la forma que tenían los hambrientos de hurtar para quitarse el hambre, pero este individuo no tiene hambre lo que tiene es mucha "CARA" que es lo que se lleva ahora,("caraduresca"), vivir a costa del cuento y de los demás, Un saludo.
ResponderEliminarTal vez querido Pepe, pero no sabemos nunca lo que hay detrás de cada personaje como este. A mi me llamó la atención ver como se puede ser feliz con tan poca cosa. Aunque él lo consiga a costa de la caridad de los demás. Un abrazo
ResponderEliminarBueno parece que ya estás aquí con tu nueva cara. Es que a mí eso del facebook no me va nada. He leído tu segunda parte de este tema y verdaderamente nunca sabemos lo que hay detrás de otra persona. De todas formas quizá Pepe no ande descaminado aunque no sea en este caso.
ResponderEliminarEspero verte por mi blog y contarte de nuevo entre mis seguidores, ya que te perdí. Un abrazo