miércoles, 11 de julio de 2012

ENTRE LOBOS NO SE MUERDEN



He oído esta mañana a nuestro presidente del Gobierno anunciando las nuevas medidas derivadas del último consejo de ministros. No voy a entrar en la discusión de si es herencia recibida, de los últimos años de los  Zapatero, Aznar,  González, Calvo Sotelo o Suárez, cada cual tuvo su cuota de responsabilidad. En esta ocasión Rajoy es el heredero y responsable del rumbo a seguir, aunque también es cierto que ha perdido la brújula o anda buceando entre las cenagosas aguas de la política interna y la comunitaria,  para justificar el incumplimiento de sus promesas electorales, bien porque antepuso su interés político o porque hizo un mal seguimiento como opositor. La realidad es que nos encontramos en un momento dramático. Estamos en la segunda división de los países europeos. Hemos perdido sillones de prestigio y nos ¿ayudan? porque representamos más peligro hundidos que reflotados, intervenidos, secuestrados o como quieran llamarnos a cambio de convertirnos en esclavos de la especulación económica y política. Hemos dejado de ser independientes. Aún así hay  autonomías que quieren ser más independientes. Cosas de políticos.
El Congreso ha permanecido en silencio mientras el Sr. Rajoy desgranaba sus medidas y sólo arrancó aplausos –mientras yo le oía- cuando anunció la reducción del 30% de los cargos en los ayuntamientos, empresas municipales –refugio de cargos políticos- etc.
No fue unánime el aplauso;  se fueron apagando para dar lugar a un silencio sepulcral. Lo que debía venir a continuación era la supresión del senado, del número de diputados, y antes de anunciar la supresión de la paga de Navidad y aumento de las horas de trabajo de los funcionarios, proclamar la reducción en un porcentaje honrado las retribuciones de los diputados y demás cargos políticos. No se oía una mosca. Al cambiar de tema, se notó una relajación en el ambiente que sí fue general. Antes no aplaudieron todos, ahora si respiran todos relajados.
Entre cánidos, los lobos entre sí no se muerden, pero sí atacan a los perros que son de la misma estirpe. En este caso, como siempre, la cuerda se rompe por lo más débil: los concejales, que no digo que esté mal, pero que si solo cortamos los dedos de los pies hay que seguir llenando el buche de esta clase política que nos toca sufrir a los de abajo, los ya casi menesterosos del pueblo español. Siempre los mismos paganos. Platón y Aristóteles se ríen desde la eternidad al comprobar qué poco hemos avanzado en esto de la democracia.
Alberto Boutellier

3 comentarios:

  1. Además los concejales son los políticos que menos cobran, es más muchos de ellos ni cobran. En Europa mucho exigir, pero ¿por qué en lugar de bajar los sueldos de los eurodiputados, subieron los de los españoles para equipararse? Los políticos son la vergüenza de todos los países.
    Me vuelvo loco para comentar.
    Un saludo

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    1. Nos vamos a volver todos Felipe. Un abrazo

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    2. Perro no come perro.
      De esta no salimos, y si lo hacemos, nosotros no lo veremos.
      A Europa siempre le ha interesado, una España débil y dividida.
      Asín zon las cozas

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