FELIZ NAVIDAD
Una nueva Navidad se nos viene encima con todo el peso de sus ausencias, de forzada euforia impulsada al compás de villancicos, siempre los mismos, "los peces bebiendo" y "las campanas sobre campanas". Las invitaciones al consumo para los que aún pueden consumir: los de siempre. Hay que aprovechar la crisis, las angulas solo costarán 500€, llegaron a valer hasta 1.000. Claro que si te paras a pensar, que con el importe de este capricho hay varios millones de españoles que tienen que realizar la larga travesía del mes, casi no apetece aprovechar la ganga.
Los años de abundancia han demostrado que la alegría de la Navidad estaba soldada al consumismo. El amor, la alegría, los obsequios, incluso la solidaridad, venían de la mano de la economía. Ahora que somos pobres, el amor se reduce a convivencia, cuando no, a violencia, la alegría, la derivada de alguna ingesta provocativa, los obsequios, a diseños de facebook "con todo mi cariño" y la solidaridad, pues sí, eso es lo que va aumentando o por lo menos sensibilizando al personal.
Es difícil usar una frase para felicitar; antes resultaba "Feliz Navidad" algo talismán, era un kit en que se envolvía lo mejor de lo mejor. Hoy se hace más complejo, por eso, este año, mientras encuentro esa frase talismán que me ayude a simplificar, voy a felicitar o lo que sea, a mis amigos, conocidos y desconocidos.
Para los que habéis perdido algún ser querido, os acompaño en la tristeza y deseo para vosotros, que el bálsamo de su recuerdo os ayude a seguir viviendo.
A los que os han desahuciado y no tenéis un techo, mi recuerdo no sirve de nada, solo espero que quien puede, os ayude a encontrarlo, pero os tengo en mi pensamiento.
Para los que han agotado sus prestaciones sociales, les deseo que aún tengan algún familiar donde paliar sus carencias.
Para los parados, que no se arruguen, que agudicen el ingenio, que no esperen, que busquen y que por fin encuentren.
Para los que tengan la suerte de disponer de un pequeño sueldo, les sirva para mantener los valores familiares porque la familia, vuelve a ser el refugio.
Para los políticos directamente responsables de esta tremenda diferencia entre administradores y administrados, que consigan evitar los nudos en la garganta cada vez que degusten sus menús de lujo y les pasen por la memoria las miles de escenas, que en ese mismo momento, solo tienen sabor a hiel.
Para los grandes responsables de que estas navidades sean tristes para muchos hogares, también les felicito y les recuerdo que su poder es efímero.
Para los presos por robar una gallina, mi recuerdo y el deseo de que desaparezcan los agravios comparativos. Para los defraudadores, que en estos momentos pagan con su privación de libertad, también mi conmiseración y el deseo de que restituyan lo afanado, para lograr su libertad.
Para los que no he nombrado con anterioridad, mis mejores deseos de salud, bienestar, amor familiar, paz y suerte para el futuro.
Para los creyentes que disfruten la conmemoración y el recuerdo de la base de su fe.
Para los no creyentes, que disfruten unos días de asueto en familia.
Y para todos LA PAZ.