jueves, 17 de julio de 2014

MIRO AL CIELO CON AFLICCIÓN
Porque hoy el mayor problema de mi país es: quién ganará la copa, si el Barcelona o el Madrid. Siento aflicción cuando oigo por la radio, que somos los primeros de Europa en paro. Me entran sudores de pasión, cuando me informo, que en España tenemos la mayor sociedad que, careciendo de inversiones, de esfuerzo y de inteligencia, solo por poseer alguna participación en el poder, obtiene los mayores beneficios; se trata de la empresa CORRUPCIÓN S.A.
Ya no me parecen importantes las acciones que se reparten en ERES, ni en GÜRTEL, ni las minucias de muchísimos ayuntamientos de todos los signos políticos, ahora resulta que, CORRUPCION S.A. ha obtenido unos beneficios de más de 2.000 millones de euros, o lo que es igual, 320.000.000.000 pesetas; sí, tantos ceros hacen casi un tercio del billón de pesetas, lo que no ha muchos años, era el presupuesto de cualquier ministerio.
Ahora me explico que en Cataluña nos digan que España nos roba, aunque en boca del Sr. Mas solo suene a demagogia e interés político, porque los catalanes también puede decir que Mas nos engaña, que también en Cataluña, CORRUPCION S.A., tiene una hermosa sucursal que reparte buenos dividendos, eso sí, a unos pocos, pero con la promesa de que siendo independientes los dividendos llegarán a todos. (Por esta ironía pido disculpas a mis muchos amigos catalanes).
Lo más terrible es que Europa piense que, CORRUPCIÓN S.A. también les roba a ellos, y nos exijan, porque pueden, la devolución de ese reparto de acciones recibidas, sin haber tenido que doblar el lomo más que para hacer alguna reverencia en su pirámide.
Me siento profundamente triste en esta semana de meditación, pues mi población, ¡noventa mil vecinos! por fin han salido a la calle, pero creo que para pedirle a la Virgen de los Milagros un idem, porque, no hace muchos días, cuando tuvo que hacerlo para defender un expolio, solo nos citamos un puñado de ingenuos y después de esta semana volverá a sus hogares, para desde allí, lamentar cómo este Puerto agoniza.
Miro al cielo con aflicción en esta Semana Santa, porque esto no lo arregla ni Dios. Aunque yo siga pensando que, tal vez Él, nos eche una mano si de una vez, también, empezamos a dar con el mazo.
Alberto Boutellier

No hay comentarios:

Publicar un comentario