sábado, 18 de abril de 2015

FELIZ NAVIDAD


En estas fiestas Navideñas, cuando las ausencias limitan nuestra alegría, cuando la economía lastra nuestro entusiasmo, cuando la falta de salud se introduce en nuestro entorno, cuando las desgracias sociales nos entristecen y cuando la carencia es mayor que la abundancia, no nos castiguemos con más amargor; recordad los buenos momentos con los que se fueron, su cariño, sus huellas, su legado de amor y las emociones compartidas, hacedle un sitio en vuestra mesa y se cambiará la pena por sonrisa. Aprovechemos esta oportunidad para segar la hierba que hemos dejado crecer en el camino a nuestros familiares y amigos; demos gracias por tener algo de lo que otros van a carecer, y no penemos por lo que nos falte; que la fortaleza nos ayude a superar las dificultades de salud; pidamos, a través de todos los medios, solidaridad a quienes nos gobiernan para con los desahuciados y los menesterosos; seamos generosos, cada cual según sus posibilidades, incluida la palabra de afecto, la compañía, el abrazo… Deseo a todos paz, amor y salud. No me vienen a la memoria mejores palabras para felicitaros, que las de mi desaparecido amigo de juventud, el compañero catalán, Elías Ibáñez, que solía decir: Señor, dale pan al que tiene hambre y hambre al que tiene pan.

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