Hace tiempo
que conozco esta expresión pero no a su autor, aunque hay varios que se la
atribuyen: Lincoln, Gala…, me la he apropiado porque creo es una de las frases
más sugerentes, estimulantes y, a la vez, alertadoras.
En numerosas
ocasiones nos hemos preguntado, si añaden años o viven aquellas personas que, por su decisión o condicionadas
por sus circunstancias, se instalan en la rutina. Es como ahormarse en la
simplicidad, en la comodidad, sin detenerse a pensar que, transcurridos unos
años, al cesar la vida activa, esa rutina dará paso a la ociosidad, a la abulia y, de ahí, a vegetar como un mueble, hasta
que la carcoma lo conduzca al basurero, salvo que se haya conseguido hacer
fortuna y, aun así, no sabrá abandonar su inercia.
Son muchos los
que en ese discurrir vital encuentran aficiones con las que suavizar su mitológico
castigo de Sísifo, alternándolo con deportes, coleccionismo, lectura, escritura, pintura, escultura, aprendizaje
de alguna técnica, turismo etc. y, aunque algunas de estas actividades estén
condicionadas por la economía, lo más importante es que nos preparan, para
cuando llegue el ineluctable momento de afrontar nuestra jubilación.
Algunas
personas continúan con rutinas cuando cesa su vida laboral y es ahí cuando se
empieza a AÑADIR AÑOS A LA VIDA hasta que ésta se extingue, porque deja de
tener motivación.
Cuando
se siguen teniendo metas, objetivos e ilusiones, aunque sean siempre a corto
plazo, estamos AÑADIENDO VIDA A NUESTROS AÑOS.
Ver el
atardecer y soñar con el amanecer, para afrontar algún objetivo, es un buen
estímulo con el que llenar de vida nuestra existencia.
Goya
pintó su Lechera de Burdeos con 81 años; a Picasso, le sorprendieron las musas
y la parca, pintando a los 93 años, Christopher Lee, el famoso Drácula, seguía
trabajando en el cine a los 92 años, Mickey Rooney continuaba activo a los 90…
y tantos anónimos que, a esa provecta edad, siguen ocupando su tiempo, porque
piensan que morir es inevitable, pero que se comienza a morir cuando no hay
nada más que añadir a lo ya realizado, lo dicho o lo conseguido y, como es
natural, la ilusión se ha evaporado y, simplemente, añaden años a la vida que
les ha sido regalada, para disfrutarla hasta su extinción.
Tienes razón en lo expuesto. Mantener las ilusiones es primordial, pero sobre todo estar activo de una forma racional, planificada, con objetivos claros s medio y largo plazo si es posible... Por por fortuna para los mayorers tenemos más opciones que las que había antes para seguir formándonos, viajar, participar en asociaciones y mantener relaciones con otas personas, ejercer voluntariado, etc. La jubilación es el culmen de una etapa (la laboral), no el final de la vida activa.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Así es Chela, tú lo has definido perfectamente. Siempre hay que tener objetivos, pero si me permites, a corto plazo, ya sabes lo que dijo Séneca, "el pasado no existe, el presente efímero y el futuro incierto" Un cordial saludo.
EliminarAsí es Chela, tú lo has definido perfectamente. Siempre hay que tener objetivos, pero si me permites, a corto plazo, ya sabes lo que dijo Séneca, "el pasado no existe, el presente efímero y el futuro incierto" Un cordial saludo.
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