viernes, 18 de diciembre de 2015

CONTENTOS Y CABREADOS


Hoy, sábado y 13 de junio, día de San Antonio, con referencia especial para San Antonio de la Florida en Madrid donde, tradicionalmente, se suele ir en este día a buscar novio y encomendarse al Santo, depositando esos trece alfileres por los que pasan las manos, aun a riesgo de pincharse y que ha marcado un importante hito en España en general y en El Puerto de Santa María en particular. Salvo algunas voces insultantes de los cabreados y algunas manifestaciones exultantes de los contentos, hemos de estar todos satisfechos porque no ha sonado un tiro, no ha habido detenidos, ha existido la paz de la democracia, es decir, la constatación de que, al menos malo de los sistemas de gobierno no se considera una aspiración, ya tiene carácter de normalidad. Enhorabuena para todos.
Las escasas voces de protesta que se han levantado, creo que son la excepción y podría, en mi humilde opinión, compararlo con los hinchas del fútbol que, aunque su equipo juegue mal, aunque le haga sufrir, siguen siendo fieles a ellos, por principios, por tradición o por herencia de sus mayores.
Las democracias las constituyen mayorías absolutas, minorías mayoritarias y los pactos entre minorías, todo ello es válido y legal (no entro en las intenciones que conducen a los pactos) pero el resultado es, sin duda, la voluntad soberana del pueblo.
Es lógico que se planteen incertidumbres y nos hagamos muchas preguntas: ¿Gobernarán pensando en ellos y sus partidos o en los ciudadanos? ¿Mantendrán sus ofertas de cambio o se plegarán a las conveniencias? ¿Serán honrados o corruptos? ¿Pesarán sobre ellos los lastres del pasado? ¿Serán transparentes en la información a la ciudadanía o el oscurantismo será el dueño? ¿Se acabará con el nepotismo o continuarán los amiguetes? ¿Se esforzarán por ilusionar a la población desencantada? ¿Será verdaderamente el primer objetivo resolver los perentorios problemas de exclusión social que padecemos? ¿Se seguirá contando con asesores superpagados por asesorar mal o se contará con aportaciones libres de cargas?
Muchas preguntas que nos hacemos los que creemos en la democracia y estamos descontentos, desencantados y desconfiamos de la clase política, pero eso no quita que tengamos esperanza, porque, en lo que se refiere a El Puerto de Santa María, no puede estar peor; forzosamente tienen que notarse los cambios a mejor; por poco que se haga, este comercio muerto, este tejido empresarial carcomido, esta sensación de impotencia tiene que ir desapareciendo en favor de un nuevo Puerto de Santa María, en búsqueda de lo que en un tiempo fue el centro neurálgico de la bahía por su atracción, donde el ambiente, la alegría y la actividad era la bandera enarbolada y el señuelo para nuestros visitantes.
Yo doy mi voto de confianza a los nuevos responsables a “nuestro servicio” y espero lo mejor. Suerte para todos

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